XVIII. Friki del HTML y el diseño gráfico.
Con suerte, futuro ingeniero.









Título: No culpes al Karma de lo que te pasa por gilipollas.
Autora: Laura Norton.
Precio: 19.9€
Sinopsis: Si estás leyendo estas líneas es que te ha llamado la atención el título. ¿Te gustaría decírselo a alguien? ¿Serías capaz de decírtelo a ti mismo?Y lo más importante: ¿te gustaría mantener durante un buen rato la sonrisa que se te ha quedado en la cara? Pues esta es tu novela. Te podríamos contar con más o menos gracia de qué va la cosa, para que te hicieras una idea: que si la protagonista, Sara, es muy maja, que si tiene un trabajo muy interesante (es plumista, ¿a que nunca lo habías oído?), que si es un pelín obsesiva y alérgica a los sobresaltos... Por supuesto, la vida se le complica y se encuentra con que su piso se convierte en una especie de camarote de los hermanos Marx cuando en la misma semana se meten a vivir con ella su padre deprimido, su hermana rebelde y su excéntrico prometido y, sobre todo, el novio al que lleva mucho tiempo sin ver... Pero mejor no te lo contamos porque te gustará leerlo. Lo único que necesitas saber es que, desde el título, te garantizamos unas cuantas horas de descacharrante diversión como hacía tiempo que no disfrutabas.

A veces en el tema de las lecturas puedes llevarte más de una sorpresa. En esta ocasión he tenido la suerte de toparme con una muy agradable por culpa de un libro del que no esperaba absolutamente nada y que finalmente ha conseguido robarme alguna que otra sonrisa. Y es que, si el título ya es curioso, el interior del libro lo es todavía más. Al principio me echó un poco para atrás la portada, ya que no entendía exactamente de qué iba, pero al terminar de leer el libro todo cobra su sentido.

Laura Norton nos presenta en este libro a Sara Escribano, una chica de veintinueve años que tras estudiar la carrera de Química decide lanzarse en una nueva aventura profesional que le cambiará la vida. Sara se emperra en ser plumista, realizar accesorios decorados con plumas exóticas, con el peligro que abrir un nuevo negocio supone en época de crisis. Tendrá que luchar para hacerse un hueco pero su familia y algún que otro chico no están dispuestos a ponérselo demasiado fácil.

Sara se ve envuelta en mil y una situaciones totalmente surrealistas narradas de forma tan irónica que no puedes hacer otra cosa que echarte a reír. Es probablemente el estilo de la autora lo que ha conseguido mantenerme pegado a las páginas de esta obra hasta terminarla de un tirón.
Paso tres: enseñar escote. Por aquello de que tiran más dos tetas que dos carretas. Y cuando hay hormona no hay neurona. Así que tetamen para que no piense demasiado y que toda la sangre le vaya abajo.
La trama, que tiene lugar en el barrio madrileño de Malasaña, está poblada de personajes tan diversos como un modista histérico, un arquitecto noruego, un músico cuya fama va en ascenso, una bloguera con muy mala leche... Aunque lo que más me ha llamado la atención es el aire fresco y actual que rodea toda la historia. Las preferentes, series de HBO, el paro o la fuerte crisis económica que azota España dan una visión bastante verídica de la sociedad.

No quiero desvelar mucho más de este libro porque creo que le quitaría parte de la magia. Si en verano tienes algo de tiempo para leer y quieres despejarte con una lectura sencilla y cargada de humor, este es un libro perfecto. Probablemente en otro momento no me habría gustado tanto como ahora, pero que entre examen y examen me ha resultado un soplo de aire fresco.

Ágil, fresca y extremadamente divertida.
No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas es sin duda una lectura perfecta para el verano.

3.5/5

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